Legalizar la prostitución
La prostitución es un serio problema
en muchos países, entre ellos en España. Son muchas las mujeres que practican
la prostitución, la mayor parte de ellas en condiciones muy precarias, con
frecuencia sometidas a redes que las explotan e incluso las obligan a
prostituirse bajo amenazas. Gran parte de ellas son extranjeras, en condiciones
de mayor vulnerabilidad. Aunque la actividad no está legalizada en nuestro
país, se practica abiertamente y en la mayoría de los periódicos se publican
muchos anuncios bajo el título eufemístico de servicios de relax. La policía
realiza de vez en cuando alguna redada para controlar la práctica y evitar que
crezca. Algunos colectivos de mujeres han solicitado que se legalice la
prostitución, pasando a ser un trabajo más regulado por la ley, alegando que de
ese modo podrían mejorar su situación y evitar ser explotadas. El gobierno
tiene capacidad para atender esa petición y convertir la prostitución en un
trabajo más, si bien hay grupos que consideran que en ningún caso debe
legalizarse una actividad que degrada a quien la práctica, tanto hombres como mujeres.
¿Debe el gobierno legalizar la prostitución o mantenerla cómo está?
¿Debe el gobierno legalizar la prostitución o mantenerla cómo está?
Este tema, me llama la atención, y es
algo sobre lo que he reflexionado numerosas veces, pues me cuesta comprender por qué hay gente que no
quiere legalizarlo.
La prostitución está mal vista en
esta sociedad, pero en muchos casos ha sido más beneficiosa que perjudicial.
Tras releer el dilema varias veces,
solo cabe en mi cabeza una duda: ¿por qué no legalizan este trabajo? Parece que
no se dan cuenta de que estas personas se encuentran en triple desventaja, pues
ante la sociedad están mal vistos, se encuentran explotadas por bandas que
incluso trafican con ellos y para colmo se encuentran en una situación
sumamente precaria.
Me paro a pensar, y solo encuentro
cosas buenas para legalizar el trabajo, pues desde el punto de estas personas,
tendrían una pensión al jubilarse (su jubilación suele ser muchísimo anterior a
la del resto de oficios, dada las condiciones de su trabajo y de su cuerpo) y a
su vez, tendrían acceso a la sanidad necesaria, lo que a su vez ayudaría a
erradicación de las ETS.
Desde un punto egoísta, las ventajas son
incluso más numerosas, pues su legalización ayudaría a la regularización de una
enorme cantidad de dinero negro que este tipo de ambientes suele mover, a su
vez, sería una nueva fuente de aporte de impuestos, sería más gente aportando
dinero a las arcas públicas.
Debo decir, que aunque estoy
completamente a favor de su legalización, no permitiría que realizasen su
trabajo en sitios de tránsito a la vista de todo el mundo (en especial niños).